ARTERIA ARTIFICIAL
En el Royal Free Hospital de Londres, se ha desarrollado una arteria artificial, usando nanotecnología con un polímero sintético, que tiene la propiedad de imitar el pulso natural de los vasos sanguíneos humanos y evitar la formación de coágulos. La pared de esta arteria artificial simula en sus propiedades a una arteria humana, ya que a través de
nanotecnología se han incorporado moléculas microscópicas específicas en el injerto, algunas ayudan a la circulación mientras que otras incentivan a células madre especializadas a cubrir su envoltura, lo que mejora su habilidad para reparar los vasos sanguíneos dañados.
Si las pruebas médicas, financiadas por una subvención de US$ 808.399, son exitosas, el dispositivo podría ayudar a miles de pacientes con enfermedades cardiovasculares.
El injerto de esta arteria artificial será aplicado en el tratamiento quirúrgico de la arterioesclerosis coronaria y otras enfermedades cardiovasculares, previniendo de esta manera el desarrollo de infartos, aneurismas y amputaciones de miembros inferiores.
Este tratamiento quirúrgico, que comenzará a aplicarse en humanos a principios de este año, reemplazará a la cirugía de By pass en la que la arteria dañada se sustituye por una arteria del mismo paciente que se extrae de los miembros inferiores, con la consiguiente ventaja de que el paciente no tendrá una herida quirúrgica por la remoción de dicha arteria.