SABER DE CIENCIAS

NUEVA PINTURA CONTRA LA VINCHUCA

triatoma infestans

La enfermedad de Chagas–Mazza, también conocida como Tripanosomiasis Americana es una enfermedad parasitaria causada por un protozoario flagelado, el Trypanosoma cruzi, que es transmitido por la vinchuca, un insecto hematófago de hábitos nocturnos, que se alimenta de la sangre de los habitantes y de animales domésticos y salvajes de las zonas endémicas. Es por la presencia de este agente transmisor que la principal medida de prevención del

 Mal de Chagas consiste en la erradicación de la vinchuca.

La Organización Mundial de la Salud considera el Chagas como "uno de los mayores flagelos de América Latina", al punto que ya es una endemia. Se calcula que unas veinticinco millones de personas sufren sus consecuencias y que más de 100 millones están en riesgo de contagio. Constituye uno de los principales problemas de salud en Argentina y otros países de América Latina como México, Perú y Bolivia.

Esta enfermedad se transmite por:

  • la vinchuca que pica y defeca inoculando el protozoo en la picadura
  • por via transplacentaria, es decir durante la gestación si la mujer embarazada esta infectada puede transmitir el parásito al feto y el bebé nace infectado, este es el Chagas congénito
  • Por transfusiones de sangre

El Trypanosoma Cruzi con el tiempo puede atacar órganos vitales como el corazón, el colon, el esófago, los intestinos y el sistema nervioso periférico.

 

Por la característica de la vinchuca, son focos de contagio las viviendas rurales precarias, con grietas en las paredes, techos de pajas y donde existe abundante leña acopiada, porque todos estos elementos hacen proliferar el vector.


Casi por casualidad, Pilar Mateo, doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Valencia, descubrió una tecnología de microencapsulación de productos químicos que resultó ser muy eficaz para controlar y erradicar el insecto transmisor, la vinchuca, y le impide reproducirse.

Consultada acerca del costo del producto, la Dra. Mateo responde…” En relación con la duración del producto, que se libera lentamente, y su efectividad en el tiempo, es más barata que fumigar cada tres o cuatro meses durante años. Por otro lado, es una solución ecológicamente más respetuosa que las fumigaciones convencionales que afectan a la calidad y salud de los productos agrícolas. El costo principal del producto son los activos que lleva, en especial los llamados inhibidores de la síntesis de la quitina, que regulan la hormona del crecimiento de los artrópodos. Utilizo sólo principios activos recomendados por la Organización Mundial de la Salud y fabricados por empresas homologadas”.

 

También afirma que….”nunca hemos vendido el producto de una forma comercial. Todos los proyectos han tenido un carácter social y sin ánimo de lucro. Para ello hemos contado con la financiación de organismos nacionales, como la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), la Generalitat Valenciana o el Ayuntamiento de Alicante; y fundaciones (Repsol, Agbar)”.

 

Luego de su recorrido por América Latina y el contacto con las autoridades sanitarias y gobiernos de distintos países en donde el Mal de Chagas representa uno de los pricipales problemas de salud pública, Pilar Mateo confiesa….”Si pienso en lo que he vivido estos últimos años, constato que en América Latina las administraciones públicas tienen falta de poso histórico. Hay muchos cambios y falta organización. Por otro lado, cuando se habla de enfermedades endémicas existen muchos recursos procedentes de organizaciones internacionales, como el Banco Mundial, que cada cierto tiempo donan 30 o 40 millones de dólares (unos 25 millones de euros) y ese dinero es más de lo que tiene el ministerio para todo el año. Aquí es donde se constata que hay funcionarios que han hecho de ese dinero un modus vivendi que les condiciona a la hora de encontrar las soluciones de salud más adecuadas en sus países”……” Hay demasiada resignación del que sufre la enfermedad. Es como si fuera algo inevitable, un genocidio consentido, cuando se trata de un problema vinculado con la pobreza y con la falta de interés por solucionarlo. También falta organización por parte de los gobiernos para hacer las cosas: Se fumigan mal las casas o se protegen unas zonas y otras no. Es decir, que los tratamientos casi nunca han sido los adecuados. Se han falseado muchas veces los datos para decir que han sido un éxito, para tener que reconocer posteriormente que de nuevo hay infecciones y hace falta reiniciar las fumigaciones con fondos internacionales”.